Monday, June 26, 2006

Esquema en construcción del curso


Esquema gráfico del curso El Fenómeno del Cine (V1.0)

Friday, June 23, 2006

Intento promover en mis alumnos la competencia de "Hacer Cine" por lo mismo, me parece que debe tener el curso una estructura cíclica (de Hacer Cine..


La competencia de competencias que deseo que desarrollen los alumnos (Hacer Cine) es cíclica, deseablemente progresiva y NUNCA tiene fin. Siempre se puede seguir aprnediendo más a Hacer Cine. Por lo miso planteo que deseo Hacer Cine en el curso, junto con los alumnos durante al menos tes ciclos en los que con “discipulado cognitivo” ellos vayan entendiendo (1er ciclo) probando (2do ciclo) y –deseablemente- comrendiend (3er ciclo). No pienso que realmente se pudieran en el periodo semestral realizar más de tres ciclos. He piloteado este método en otros cursos afines y normalmente no podemos terminar siquiera el segundo (en parte porque lo voy probando-construyendo sobre la marcha este método).

Entonces, no sólo por pedagogía (andragogía más bien…) es necesario una estructura cíclica progresiva (discipulado cognitivo), sino por la naturaleza misma de la competencia propuesta para su desarrollo. El imaginar (cfr. Mi presentación de imaginero) es cíclico. El discipulado cognitivo también. Hacer y hacer cine lo es (hasta algún día lograr aportar algo a la práctica del entorno, una verdadera praxis…) Yo todo lo veo como ciclos. Este curso por lo tanto me parece que debe ser cíclico.

Sunday, June 04, 2006

Sobre Educación con enfoque de Competencias y el Diseño Inverso (parte III)

¿Aprender a diseñar una experiencia de aprendizaje por competencias para el ambiente en línea redunda en un mejoramiento de tu docencia presencial?

Cualquier capacitación en la disciplina docente, sea a distancia o presencialmente, puede redundar en mejoría de la propia práctica.

Siempre las limitaciones obligan a mejorar la adecuación de la propia práctica. En lo que sea. Si se aprende con limitaciones, y luego cesa esa restricción se obtienen mejores resultados que sin el entrenamiento “en crisis” (algo que conocemos bien en la Ibero Tijuana...)

La limitación de no tener presencia mutua con el alumno (físicamente) ES una limitación muy importante. Ello obliga a diseñar mucho mejor el curso, a desarrollarlo prácticamente “error proof" didáctica y tecnológicamente, a estar mucho más presente con los alumnos, que si tuviéramos presencia física, etc.

Esta habilidad que se intenta desarrollar para una situación crítica, por supuesto que ayuda enriquece los otros ámbitos, no tan limitados, de la educación presencial.

Ya de hecho, con la serie de intuiciones que me aclaran Wiggins y McTighe , así como el modelo propuesto por Collins et. al. sobre el Discipulado Cognitivo me ayudan a atar muchos cabos, al recuperar mi experiencia docente, y a desear mejorar cualquiera de sus modalidades que emprenda.

Sobre Educación con enfoque de Competencias y el Diseño Inverso (parte II)

¿Cuál es tu opinión acerca de lo valioso del enfoque basado en competencias para el diseño de cursos?

No conozco el curso Compete que mencionan. He tomado cursos y talleres análogos en nuestra Ibero Tijuana. No me considero duro de cabeza pero todavía no domino la materia, sobre el enfoque de competencias y su aplicación. Lo deseo mucho no sólo por ser la línea-tendencia por la que ha apostado el SUJ sino porque me parece muy conveniente en su integralidad.

Todavía hace unos días fuimos Gaby Ruiz y un servidor con Sagrario Espinosa (coordinadora de Desarrollo Educativo en UIATij) para aclarar diferencias entre objetivos del curso y competencias. De hecho en algunas academias hemos estado discutiendo, todavía, la pertinencia e intligibilidad del enfoque de competencias. Ha causado mucha resistencia (¿al cambio, o al contenido? Me parece que ambos).

Por eso, para responder esta pregunta necesito repetir-me[1] la definición de competencias en el SUJ:

“La interacción de un conjunto estructurado y dinámico de atributos(principios, valores, actitudes, conocimientos, y habilidades) que intervienen en el desempeño responsable y efectivo de tareas en contextos específicos[2].

Un análisis-síntesis gráfico del concepto

Prácticamente, desde su definición, hay evidencia del enfoque integral-sistémico, de su aplicabilidad, búsqueda de transferencia de conocimiento-habilidad-estrategia de aplicación a diferentes contextos y de sustentar todo ello en actitudes proactivas. No puedo decir lo mismo de los objetivos, más bien limitados a contenido cognitivo, a habilidades del pensamiento y en ocasiones a educar actitudes, de los “objetivos” instruccionales.

Me parece un enfoque mucho más integral, que comprende la complejidad humana y social, y de alcance más profundo (al intentar generar un ambiente donde el alumno pueda formar sus valores y actitudes).

Además:

  • Me parece que los objetivos es una estructuración del Programa y del Curso específico, orientado HACIA el alumno (muy genérico). Las competencias es una formación que se busca que cada alumno construya (enfoque desde los alumnos concretos).
    Me parece que la diferencia de perspectiva es importante. Los objetivos ven al alumno DESDE el programa y las asignaturas que debe cubrir.
    El enfoque de competencias me parece que ve al alumnos DESDE su desarrollo integrado, en el cual, el programa y las asignaturas son mediaciones para construirse.
    La diferencia de perspectiva me parece importante, y muy adecuada en el caso del enfoque de competencias.
  • Me parece que las competencias, más el diseño inverso, permite mayor personalización de los cursos.
    Los objetivos, y los temas, actividades y evaluación derivadas (en enfoque deductivo) me parece que no toma en cuenta , primero, al alumno sino al programa que luego habrá de “operar” sobre el alumno.
    Al enfocar primero las competencias, que se desea desarrollar sistémicamente, estructurándose con otras ya desarrolladas, a sus niveles concretos de desarrollo, ANTES de considerar los temas (o su ponderación) las actividades de aprendizaje y la evaluación, me parece que toma MUCHO MÁS en cuenta al alumno, y ayuda a centrar en él, el aprendizaje.

A lo mejor soy injusto en esta comparación, dado que estoy contrastando lo que de hecho se da en la enseñanza “tradicional” con lo que “debería darse” en la enfocada en competencias. Es muy posible que ambas, bien aplicadas, son educativas. En igualdad de circunstancias, me parece que sería más adecuada la enfocada en competencias.


[1] Un análisi provisional, y previo lo hice en: http://www.tij.uia.mx/~humberto/compet/Compet.htm

[2] No es con exactitud la definición que aparece en el Marco Pedagógico. La tomé, en 2001, de un documento de trabajo del equipo que desarrollaba la NEC. Extraño que hayan cortado “ ...en contextos específicos” porque me parece fundamental.

Sobre Educación con enfoque de Competencias y el Diseño Inverso

Crees que el aprovechamiento de los estudiantes será diferente dependiendo del tipo de proceso de diseño que utilices (tradicional uno, o “inverso” el otro)? ¿De ser así, cómo se haría tal cambio?
  • Ninguna herramienta en y por sí misma provoca cambios absolutos, es decir todo es relativo. El resultado:
    • Depende de la a integración y congruencia del enfoque de competencias y el diseño inverso que intente en mi asignatura con el resto de cursos del programa (vino nuevo en odres viejos... ...una golondrina no hace primavera... etc.)
      Supongo que con la NEC del SUJ, esto no debe ser problema, porque toda la currícula fue diseñada con esta lógica, sin embargo, en la realidad muchos profesores están teniendo serios problemas (hablo de mi entorno) para comprender este enfoque nuevo. Eso si es que desean siquiera tomarse la molestia de intentarlo (que no son muchos).
      Un curso con este cambio fundamental, enfoque de competencias y diseño inverso, muy posiblemente podría no sólo no funcionar –si está aislado- sino crear ruidos serios en el equipo académico. Como la educación es integral, puede que el curso novedoso no tenga otro efecto que el cansancio del profesor y la angustia de los alumnos.
      No se me interprete mal. SOY un convencido del enfoque por competencias, en aprendizaje del mismo. Estoy describiendo el fenómeno que me está presente, lo más críticamente que puedo, para. poderlo aplicar con realismo[1].
    • Depende de la misma competencia del docente como tal.
      Un excelente profesor en el sistema tradicional podría “perder piso” en este nuevo enfoque. Para otro puede que le potencie al doble las muchas habilidades que ya tiene. Para un maestro limitado puede ayudarle el cambio para hacer conciente su proceso de diseño didáctico, y con esa estructuración intencionada y explícita, puede mejorar (por el sólo hecho de hacerlo ordenadamente) sus resultados pedagógicos.
    • Depende del dominio del enfoque (competencias + diseño inverso) con que se implemente.
      Un alumno que trabaja bien el Word, es invitado a trabajar en Openoffice, hace unas pruebas, se siente limitado (por la curva de aprendizaje) tiene resultados indeseables, se regresa al Word. ¿No podría ocurrir lo mismo en docencia? Me parece que sí, y mucho.



A fin de cuentas, pienso que es un excelente enfoque con un método radicalmente innovador, pero relativo a su aplicación concreta y situada.

  • Estoy de acuerdo con Wiggins y McTighe en que el diseño inverso debiera ser el “natural” (y que por lo mismo debe dar mejores resultados)
    El metodo lógico-deductivo (que Jorge Lechuga llama tradicional) que pasa del objetivo general, a los específicos, a las temáticas concretas, a las actividades de aprendizaje y finalmente a la evaluación concreta que se habrá de aplicar, es muy ordenado (y por supuesto que funciona cuando se le aplica correcta y congruentemente) pero no es lo natural o más conveniente.
    De hecho cuando lo leí me dije... “¿Cómo no se me había ocurrido antes? Está muy clara su conveniencia”... Pienso en una planeación (en general) que busca LLEGAR a una meta (un sistema organizacional, un destino de viaje, una compra de automóvil etc.) Fijada la meta, casi implícitamente reuno las evidencias de logro (la organización funciona conforme lo diseñado, la playa se ve como en las fotos, el auto corre como describían las especificaciones...) y ENTONCES busco las mediaciones para llegar a ese logro. Si voy a Tampico, no tomo cualquier avión que salga primero (aunque fuera un super 747) si me aleja de mis destino. ¿Por qué no hacer lo mismo en educación? La costumbre y el modelaje con el que aprendimos a ser profesores nos tapó este hecho y nos introyectó “la forma como se hace” el diseño didáctico.
    ¿Esta manera inversa –a la tradicional- pero más natural y consecuente de diseñar un curso tendrá mejores resultados? Realmente supongo que sí, porque adecua los fines con los medios más explícitamente. Ello debe redundar en mayor eficiencia (al menos) de nuestros esfuerzos magisteriales y mayor aprendizaje de nuestros alumnos.



[1] De hecho he visto fracasar excelentes modelos educativos. Como el método personalizado de Pierre Faure, siendo yo alumno del Instituto de Ciencias en 1984. Se intentó por un año, les entró pánico y se regresaron apuradamente al método tradicional. A mí como alumno me encantó y me fue muy útil. Me marcó positivamente. Mis profesores no pudieron hacer el cambio. Fue una lástima.